
¿Regalos de empresa? Sí, siempre que sean útiles
A menudo nuestros clientes nos preguntan por la eficacia publicitaria de hacer regalos de empresa. Nuestra respuesta siempre es rotunda: si, siempre que le sean útiles a quienes se los van a regalar.
Pongamos un ejemplo. Un dentista quiere tener un detalle con sus pacientes. Obviemos el aspecto presupuestario, porque habrá quien prefiera regalar a unos pocos escogidos algo más caro y quién por el contrario piense mejor en muchos destinatarios con un detalle algo más económico. Incluso puede ser interesante hacer ambas cosas. Como decimos, depende del presupuesto asignado por el cliente a este fin.
Seguimos con el dentista. Nos reunimos y le proponemos la segunda opción, hacer un regalo a cada paciente. Se valoran varias ideas, un kit de cuidado dental para los viajes; un neceser; y después las cosas típicas; bolígrafos, agendas cuadernos, etc. Vamos desechando según analizamos cada artículo: ¿un kit de viajes?, no todos viajan tanto como para que nuestro dentista esté tan presente en sus pacientes. ¿Una agenda?, cada vez más en desuso por los no profesionales. ¿Un bolígrafo?, cuando se pierda o se agote la tinta, desapareció el regalo.
Hay que recordar que buscamos algo que perdure en la vida del regalado al menos hasta que se acerque la fecha de las siguientes navidades, que esté ahí, justo cuando lo necesita y que eso le sirva para acordarse de que tiene un profesional que cuida de él. Todo esos condicionantes ayudará a que no le pierda de vista, más allá de cuando nos esté fastidiando una muela. Tener presente a nuestro dentista a lo largo del año equivale a no olvidar pedir cita de revisiones, de limpiezas que podamos creer que necesitamos o de recomendarlo a algún amigo, familiar o compañero de trabajo que anden a la búsqueda de un dentista.
¿Y por qué no un calendario? Algo que además de funcional tenga un bonito diseño, cuidado y atractivo para, además de su vertiente útil, apoyemos la idea sobre una solución puramente estética.
Y como un calendario no sirve para todo el mundo, es importante escuchar a nuestros clientes, saber que idea tienen, a qué público quieren detallar y sobre todo, conjugar las ideas con las necesidades y buscar la mejor de las soluciones posibles.