Diseño y Sociedad van de la mano
Todavía existe mucha gente que se pregunta “¿Qué es el diseño gráfico?“. Personas que aun no lo entienden o que creen saber lo que es y lo que implica, pero están un poco lejos de la realidad. Es curioso que algo así ocurra teniendo en cuenta que todo aquél que forme parte de la sociedad actual vive rodeado de diseño. A veces no somos completamente conscientes pero consumimos diseño desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir.
Cuando salimos a la calle no podemos evitar ver diseño, nos rodea por doquier. Todo está plagado de publicidad y de marcas. Mires a donde mires siempre verás un rótulo, un cartel, algún flyer por el suelo, pegatinas en la pared, incluso podrías encontrarte a personas embutidas en trajes corporativos repartiendo algún tipo de promoción de su empresa… Vivimos condenados a consumir diseño ya que es una de las fuentes motoras de nuestra sociedad. Y hay que saber hacer uso de él a nuestro favor y aprovecharlo para propulsar nuestra marca, nuestra empresa, ya sea grande o pequeña.
El Diseño Gráfico es aquél que dota de un aspecto estético y funcional a los objetos que nos rodean, a las empresas, a las grandes y pequeñas marcas. Es una herramienta de comunicación descomunal, porque todo aquello que entra por el ojo y se entiende de un sólo vistazo no necesita palabras. No necesita explicación. Con eso ya has ganado.
El Diseño es una herramienta de comunicación descomunal, porque todo aquello que entra por el ojo y se entiende de un sólo vistazo no necesita palabras para ser explicado.
Pero no puedes dotar a tu marca de cualquier aspecto aleatorio, aunque sea “bonito”. La estética que se elija para tu marca o empresa es determinante a la hora de presentarla ante la sociedad. Se tiene que tener muy claro desde el principio qué imagen es la que quieres transmitir a los demás, y a partir de ese concepto crear dicha imagen.
Un ejemplo tonto pero muy claro: Una primera cita. No te pondrías cualquier ropa para esta situación, ¿verdad? Seleccionarías tu aspecto, en función del estilo, del peinado, de los colores de tu ropa (porque los colores dicen mucho), y sobre todo en función de la impresión que pretendes dar a la otra persona, porque los gustos y el estilo de esa otra persona también van a interferir en tu modo de vestir, ya que es a ella a la que estás intentando impresionar.
Con la Imagen de marca en empresas ocurre algo similar. El Diseño Gráfico “viste” a las empresas con la “ropa” adecuada y el estilo adecuado para impresionar a sus clientes, a su público objetivo o “target”. El Diseño adapta y moldea el estilo gráfico de una empresa o marca no sólo para que dicha empresa luzca bien y en un tono adecuado, también para satisfacer lo que sus clientes buscan en ella.
El Diseño adapta y moldea el estilo gráfico de una empresa o marca no sólo para que dicha empresa luzca bien y en un tono adecuado, también para satisfacer lo que sus clientes buscan en ella.
No se puede usar cualquier color, porque cada color dice una cosa. No se puede usar cualquier fuente por muy bonita que parezca, porque podrías lanzar mensajes incorrectos e indeseados sobre tu propia marca (no dices lo mismo con una tipografía redondeada y simpática, que con una tipografía gruesa e imponente). El Diseño estudia no sólo los aspectos gráficos que necesita tu marca, también los aspectos gráficos que el público y la sociedad espera ver en tu marca.
No se debe confundir el Diseño con el Arte. El Diseño es múltiple y el Arte es único. El Diseño tiene una función Social, un uso que va más allá de lo estético. El Diseño tiene que servir para un fin social, ya sea mejorar la imagen de una empresa, vender más unidades de un producto o mejorar el funcionamiento y la ergonomía de una silla. El Arte puede permitirse carecer de función social, y centrarse sólo en la estética como experiencia, y no como fin para vender o conseguir algo. Hablaremos más largo y tendido sobre este tema en nuestros siguientes posts, con ideas y ensayos extraídos de la mente del genial Bruno Munari.
El diseñador gráfico es tu mayor aliado. Es aquél capaz de ver a través de tus necesidades, de las de tu empresa, y de las de tu público. Es aquél que busca y crea la solución gráfica definitiva para tu empresa. Aquella solución aceptada tanto por la empresa que la requiere, como por el público que va a consumirla, y por el contexto cultural y temporal en el que se enmarca. El diseñador gráfico debe de trabajar con mucho cuidado todo lo que diseña, ya que trabaja por y para la sociedad y podría influir en ella tanto positiva como negativamente. El diseñador gráfico está aquí para ayudarte, para encontrar en un laberinto de ideas la solución que más se adecua a las necesidades de tu marca. Para impulsar y promover tu mejor imagen, y por supuesto: para no dejarla morir. Aunque esto es más bien trabajo compartido entre el diseñador y el interesado.
“El Diseñador es un Planificador con sentido estético”– Bruno Munari.
Cuando se termina de realizar una marca y se lanza definitivamente al mercado no hemos de dar por sentado que ya está todo el trabajo terminado. Una marca gráfica debe evolucionar con el tiempo. Debe adaptarse al mismo ritmo de los cambios culturales, sociales, tecnológicos y sobre todo debe de tener en cuenta las tendencias actuales (que por supuesto van cambiando cada año). Si dejamos que una marca se mantenga intacta durante un período largo de tiempo lo más probable es que dicha marca se quede obsoleta, perdiendo así todos los valores que la hacían atractiva tiempo atrás, consiguiendo así un rechazo entre el público que preferirá consumir una marca más actual y acorde con los tiempos. La obsolescencia puede eliminarte del mercado de un plumazo, y más hoy en día.
¿Imagináis que Apple hubiese mantenido su primer logo? Por supuesto es un logo que está lleno de simbolismo: podemos apreciar a Isaac Newton leyendo tranquilamente bajo la sombra de un árbol, del que está a punto de desprenderse la manzana que lo obsequió con la genial idea que todos conocemos. Una imagen que dice mucho de la empresa, que contiene valores como: creatividad, inteligencia y perseverancia. Una imagen que a pesar de partir de unos valores que definen muy bien a su empresa, no tiene cabida en la actualidad. Es una imagen gráfica obsoleta. De ahí nace la necesidad de evolución. Y es curioso cómo la evolución gráfica de esta marca en cuestión sigue girando sobre la misma idea (la manzana de Newton), pero al mismo tiempo aporta un significado nuevo, un valor mucho más potente en nuestra actualidad que la inteligencia o la perseverancia. Un concepto que impacta mucho más que cualquier otro que tuvieran con su primer logo: el concepto del pecado. Podría ser la manzana de Newton, pero también podría ser la manzana de Adán y Eva, mordida. El pecado es atractivo y seductor, tan seductor como los propios productos de Apple. Un pecado caro pero muy apetecible.. porque ¿quién no desea tener en su casa más de un Iphone?
Trabaja bien tu marca, crea una imagen gráfica potente y adecuada a nuestros tiempos. Un diseño que atraiga al público al que deseas llegar, a tu target, al sector de sociedad al que te diriges. Y lo más importante, ya que has llegado hasta ahí, no dejes que tu marca muera. Llévala lo más lejos posible. Evoluciona.
